Miguel Ortiz es autor en FIRST COMIC NEWS

martes, 10 de septiembre de 2024

SEGUNDA PARTE DE CONDORITO Y FINAL



SEGUNDA PARTE DE

CONDORITO Y FINAL


Por Miguel Ortiz


Condorito es

un símbolo

que representa a

toda América.


Mi primer día de trabajo en la revista Condorito tuvo una sorpresa imprevista, uno de los miembros del primer equipo de dibujantes tuvo un debut y despedida, me refiero a mi amigo: Lugoze (QEPD).

Pepo le había encargado varias páginas de Condorito, pero ese primer día de trabajo todos quedamos perplejos, el hizo entrega a Pepo de unas 10 páginas muy buenas de cómic, entonces Lugoze nos comentó que recibió un contrato de la revista Time de Estados Unidos, Pepo dijo: “Me pilla de sorpresa mi amigo Lugoze, pero te deseo lo mejor, fuimos amigos en varias publicaciones y lo seguiremos siendo siempre, pero Condorito debe continuar con o sin tí”.

La secretaria trajo una botella de vino Gato Negro y unas papitas fritas y celebramos el contrato de Lugoze (desde entonces Lugoze se radicó en Nueva York).

Hoy Condorito cumple 75 años y el tiempo pasa volando, estábamos tan concentrados en adelantar números de la revista que a veces perdíamos la noción del tiempo, porque estábamos preocupados de los números de meses venideros, de todas maneras estábamos trabajando en una revista que estaba naciendo.

Hoy al recordar eso me siento como si me metiera en una máquina del tiempo, varias veces, Nato, que era el Subdirector de la revista, me pasó por encargo de Pepo algunas de las primeras páginas que publicó en la revista Okey para que yo las repita y actualice para Condorito y algún otro personaje, cuando tómo un libro de esa época me emociono un poco, fue una época hermosa, cuando empezamos a regresar al país, luego del régimen, quisimos con Pepo, Abel Romero, Jorge Carvallo (Jorcar), Máximo Carvajal y yo, revivir esa época, pero no tuvimos éxito, pero como dicen mis amigos dibujantes argentinos: “Condorito es INMORTAL”. Si hoy cumplió 75 años le queda cuerda para más.

En mi debut de trabajo en Condorito, me llamó la atención ver a todos los dibujantes “encorbatados”, después de saludar a Pepo, pasé a saludar a Nato, él era el encargado de pasar los guiones a los dibujantes, fijar plazo de entrega de las páginas y conversar sobre las tarifas establecidas por la empresa.

Le comenté mi observación sobre las corbatas, él me dijo: “que bueno que me recordastes”, a Pepo le gustaba que todos los dibujantes la usen, al despedirme la secretaria me regaló una corbata nueva por supuesto, me dijo: “regalo de la casa ¡úsela!”.

Lo hizo con una amable sonrisa. El espacio del Departamento de Historietas se estaba haciendo estrecho por la cantidad de publicaciones que se hacían, entonces, como yo trabajaba para Condorito, me pidieron que me cambie a la oficina de Condorito, le dije a Pepo y él me dijo “al Diagramador de Ecran lo contrató una editorial norteamericana así que te recomendé para ese cargo, allá tendrás oficina solo con sueldo fijo y tiempo para Condorito y Can Can”, otra publicación de Pepo (por supuesto mi contrato comercial con Condorito se mantuvo).

Cuando fui a entregar mis primeras páginas de Condorito, la secretaria me dijo que Pepo estaba de cumpleaños el 15 de diciembre, estás invitado a una cena que se hará en el Pollo Dorado a las 20 horas.

Fui encantado, al terminar la cena Pepo pidió que posáramos para una foto graciosa, yo no encontré algo más gracioso que ponerme de espaldas al fotógrafo, al día siguiente Pepo me mostró la foto, “de espalda no te ves muy gracioso”, él y Osvaldo Muñoz Romero se pusieron una panera en la cabeza, también fueron invitados los dibujantes de Can Can (una revista estilo Playboy criolla) donde sobresalían: Vicar, Jorcar y Jimmy Scott.

Lanzamiento sorpresivo, Hernán Maino me pidió que lance, en ExpoComic 2013, el nuevo libro de tapa dura de lujo de Condorito, de la Editorial Origo, de la cual es Gerente General.

Yo acepté, aunque jamás lo he hecho, salvo un libro mío, pero este es muy distinto y yo diría especial, ya que, cerré un instante los ojos y me trasladé a la época de oro del cómic nacional chileno.

El lanzamiento fué nada menos que con el nieto regalón de Pepo. Eso le dió realce a este encuentro, ya que, fué una conversación de un sobreviviente del nacimiento de un personaje que ha sobrevivido tanto tiempo y se lo pelean los pueblos latinoamericanos apropiándoselo como propio, ya que, por un acierto de Pepo, puso en cada país, en la portada del número uno, a Condorito con el traje típico de cada país.

Yo fui testigo de ello, viví en Venezuela 14 años y la gente cree que Condorito es venezolano porque salió en una oportunidad bailando joropo con liquiliqui, baile y vestimenta folklórica de Venezuela, incluso la gente estaba usando algunas palabras utilizadas en el cómic como propias de cada país.

Condorito para mí significa mucho. El autor del personaje me hizo perder la timidez de provinciano, pues nací en Temuco, Sur de Chile, aunque René Ríos (Pepo) también era sureño, nació en Concepción, Pepo nos decía a Igor y a mí: “No sean tímidos ustedes le “pegan al cosío”, una frase sureña. Igor también era huaso de Puerto Montt.

Por fortuna estuve a la altura de esta magnífica misión: en el fondo me sentí como si recibiera un gran premio, lo hice con uno de los nietos, además me gustó porque fue superventa.


miércoles, 21 de agosto de 2024

BREVE HISTORIA DE CONDORITO

 

BREVE HISTORIA DE CONDORITO

Condorito fue creado

por Pepo, inspirado

por un viaje que hizo

Disney a Chile

Por Miguel Ortiz

Al poco tiempo de estar trabajando en la revista Condorito, Pepo me llamó y me dijo: “Te invito a caminar unas cuadras y a tomar un rico chocolate con pasteles que hay en un lugar cercano al otro lado del Mapocho”. “Ok” le dije, y salimos a dar el paseo que Pepo hacia normalmente tipo 16 horas.

En el trayecto me explicó que con los años las piernas se atrofian debido al tiempo que llevas sentado. “Normalmente a esta rutina me acompaña Nato (Renato Andrade)”.

Fue en una de estas caminatas, donde me contó cómo se hizo dibujante. Pepo, René Ríos Boettiger, nació en Concepción, el 15 de diciembre de 1911. Estudió tres años Medicina, carrera que abandonó por su interés por el cómic.

Llegamos al café, era una casa vieja estilo alemán, atendida por sus dueños, un matrimonio de ancianos alemanes, que estaban solos, pero el chocolate y los pasteles los preparaban muy bien.

Fue en uno de esos paseos, que Pepo nos contaba a Ric, Ricardo González, y a mí, que el sueño de su padre era que fuera médico igual que él. Una de las cosas que él hizo, como travesura, era ver cómo su padre atendía a sus pacientes: para ello se escondía tras las cortinas que cubrían de pared a pared el estudio que su padre tenía en casa. Después jugaba con sus amiguitos al doctor.

Su interés por el dibujo lo tuvo a muy temprana edad. El papá lo veía como una entretención momentánea, ya que él soñaba en verlo como médico, pero indirectamente le fomentaba el vicio. Así se suscribió a la revista Topaze, semanario satírico con contenido político, y la dejaba en lugares visibles para que el joven Pepo la viera.

En una oportunidad, cuando faltaba como un mes para su cumpleaños, el papá lo llamó y le dijo: “Hijo, quiero celebrar tu cumpleaños en grande. Invita a tus amiguitos del barrio y a todo tu curso a la mejor confitería de Concepción”.

Pepo llevó a los muchachos a la confitería que le indicó su papá y cuando llegó al lugar, dice que los amiguitos lo recibieron con un gran aplauso. Su padre había enviado a enmarcar como 40 dibujos suyos, a él se le entró el habla, se sintió tan emocionado que visitó varias veces la exposición, luego abrazó a su papá. Fue un regalo inolvidable, tenía 11 años, y ya publicaba dibujos en el diario El Sur de Concepción.

En otra oportunidad pensó en tener una revista y la hizo en el formato de la revista Topaze, pero la mantenía guardada. Al año siguiente se le perdió la carpeta en la que tenía los originales de su revista. Me contó que se sintió furioso, porque pensó que le serviría más adelante como muestra. Nuevamente, para el cumpleaños siguiente fue con sus amigos a la misma confitería pero la exposición no estaba. Cuando tomaba once, un mensajero interrumpió y preguntó por Pepo, esta vez la emoción fue muy superior a la anterior. El paquete que le entregó el mensajero fue mejor que los cuadros: esta vez eran 100 ejemplares de su revista. Ahora tenía 12 años.

Más adelante, Pepo entró a estudiar Medicina. Por su habilidad era el encargado del diario mural de la facultad, el que llenaba de caricaturas. Un día sus amigos de la escuela de Medicina le dijeron que por qué no llevaba sus dibujos a la revista Topaze. Pepo preparó un portafolio y lo llevó a Zig-Zag. Se presentó al Director de Topaze, Jorge Délano (Coke), quien al ver los dibujos le dijo: “Si te quedas ahora aquí, te contrato”. Pepo se quedó: el cómic era su camino. Sus padres vinieron a Santiago a verlo y el encuentro fue muy emotivo, Pepo abrazó a su padre y le dijo: “Lo intenté”. “Siempre lo supe hijo, trata de ser el mejor”.

En 1942 sucede un acontecimiento muy importante para los dibujantes chilenos y público en general: Llega a Chile Walt Disney en persona, en una gira de buena voluntad, que hizo por México, Brasil, Argentina y Chile. No entraré en detalles sobre el objetivo del viaje, pero tuvo una amplia repercusión en nuestro país ya que el había estrenado con mucho éxito la película Blanca Nieves y los siete enanitos. La Embajada de los Estados Unidos le pidió a Jorge Délano (Coke) que hiciera de anfitrión, ya que él tenía doble nacionalidad chileno-norteamericana: su tío era Franklin Delano Roosevelt. El tema es que Disney invitó a todos los dibujantes de esa época a la premier de Los Tres Caballeros, que traía un corto al final que se llamaba Saludos a Chile.

Antes de que terminara la película, Pepo abandonó muy molesto la sala porque el personaje que representaba a Chile era un pequeño avioncito que cruza la cordillera desde Mendoza con una carta dirigida a Coke. El avión se llamaba Pedrito. Pepo decía que aquí no se fabrican aviones… Por eso un día se encerró en su estudio y creo lo que es hoy “un segundo símbolo patrio”: Condorito.

Pepo nos contaba que tuvo varios años archivada la carpeta con Condorito hasta que un día lo llama Félix López, Director de la revista Don Fausto, para encomendarle una página de chistes para una revista que estaba a punto de lanzarse. Se llamaba Okey. Pepo así vio la oportunidad de lanzar a Condorito, personaje que al principio tenía más traza de ave, pero que con el tiempo se fue humanizando.

Han pasado muchos años. Siempre recordaré al tipo bonachón y buen amigo que fue Pepo y que además me puso a trabajar en el cómic, algo que siempre me gustó y me sigue gustando…